Carlos Miguel Gómez Gracia, de 39 años, ha nacido y vivido la mayor parte de su vida en Zaragoza. Está casado desde hace diez años con su mujer Natalia y es padre de dos hijos pequeños que le recuerdan cada día cuales son las cosas importantes de la vida. Su empresa comenzó como un negocio familiar que se inició en 1996 y al que Carlos Miguel se incorporó en el año 2005, tras finalizar su formación como Ingeniero Superior en Informática. A partir de ahí, fue descubriendo que el ayudar a las pequeñas empresas desde el asesoramiento profesional era una actividad que le apasionaba. Fue completando su formación de modo que en estos años han ampliado sustancialmente su campo de actuación y han pasado de tener una plantilla de 3 personas a 7. Son una empresa de asesoramiento cuya razón de ser es el servicio personalizado al cliente. Están especializados en las áreas fiscal, contable y laboral. En la gestión de todas estas materias, su contacto con el cliente es constante, en muchos casos diario. Además, Carlos Miguel indica que en estos tiempos algunas cuestiones legales están en permanente modificación, por lo que también preparan resúmenes sintetizados de las cuestiones que afectan a las empresas que asesoran. Carlos Miguel recuerda que fue un cúmulo de circunstancias las que le condujeron a este ámbito profesional. Por ejemplo, el fallecimiento accidental del contable en la empresa le llevó a dar un paso al frente, formarse mejor en la materia y ocuparse de ella. A día de hoy, como cualquier autónomo, se esfuerza por sacar adelante su negocio del modo más rentable posible. Esto le pone en consonancia con sus clientes, que buscan exactamente lo mismo, cada uno en su ámbito empresarial. Afirma Carlos Miguel que su trabajo tiene un gran componente de psicología para entender lo que cada cliente necesita en cada momento.
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